La Naturaleza en el Aljarafe

Medio Ambiente

La Naturaleza en el Aljarafe

Al suroeste de Andalucía, en el sur de la Península Ibérica se encuentra un territorio conformado por el océano Atlántico, el río Guadalquivir y la vida que sobre sus arrastres se asienta.

Este enclave se ha constituido a base de corrientes marinas, vientos de poniente, inundaciones fluviales, un clima mediterráneo cuatriestacional, una situación estratégica entre dos continentes y una elevada fertilidad de suelos en sus alrededores. Todo este dinamismo y riqueza ha provocado que en su seno tenga lugar complejos y variados procesos naturales de alto valor ecológico, originando una profusión de hábitats diferentes y una elevada biodiversidad.

El clima que domina este espacio, el mediterráneo subhúmedo, está influido por su cercanía al mar y se caracteriza por tener un período estival seco y con altas temperaturas, las precipitaciones concentradas en otoño y primavera, y los inviernos suaves.

El litoral de Doñana está formado por amplias playas de arenas blancas, coronadas por dunas fósiles en la zona más occidental, y dunas móviles en dirección al estuario del Guadalquivir. Entre este tren de dunas móviles que avanza hacia la marisma, se localizan bosquetes de pinos llamados corrales.

Las zonas de contacto entre las dunas y la marisma, o entre la marisma y el monte, constituyen la vera, espacio de gran riqueza biológica, y sobre la que se localizan las emblemáticas pajareras, auténticas ciudades dormitorios y hospital maternal para muchas aves.

La marisma es una amplia extensión plana, donde el agua es el elemento primordial y modelador, constituyendo probablemente el ecosistema de mayor reconocimiento público de todos los existentes en Doñana, y no en vano pues ocupa cerca de la mitad de todo su territorio. El agua, que llega a encharcar estos terrenos en toda su horizontalidad, es aportada por la lluvia y por algún que otro curso fluvial, fundamentalmente el arroyo de la Rocina, dando lugar tanto a la marisma dulce, la cual permanece encharcada durante gran parte del año, a la marisma salada de inundación más rara, como a una variedad de lucios, caños, ojos, y lagunas. Si a todo esto unimos el propio río Guadalquivir constituye el principal humedal de Europa occidental.

Formaciones Vegetales

En cuanto a las formaciones vegetales que se encuentran repartidas por todo el área de Doñana, la más abundante es el matorral con escasa estructura arbórea, que se denomina coto. Desde la costa al interior, las primeras formaciones arbóreas que aparecen, allí donde pega más fuerte el viento marino, son los enebrales. Una vez que se cruza el sistema de dunas, se presentan sabinares, muy mermados por la acción del hombre, y pinares, acompañados de abundante matorral mediterráneo, donde destaca la camarina. En las zonas con el agua del subsuelo más superficial, se denomina monte negro, siendo rico en brezos, tojos, mirtos, madroños, zarzas e, incluso, helechos, que va siendo sustituido por el monte blanco compuesto por jaguarzos, jaras, aulagas y plantas aromáticas a medida que el suelo va siendo más seco.

Salpicando estas matas, se encuentran pies aislados o pequeños rodales de alcornoques, encinas, pinos y acebuches. Solamente los pinares están presentes en grandes formaciones boscosas debido a las repoblaciones, del que se excluye el Pinar del Faro, que se considera una masa arbórea relicta de la vegetación primigenia.

En la cercanía de los arroyos, aparecen bosques de ribera, con álamos, sauces, fresnos y zarzas, que dan paso a carrizales, eneales y tarajales a lo largo de los caños.

La Fauna

Toda esta abundante y variada vegetación da cobijo a una ingente fauna, siendo muy representativas las aves. Su situación de paso entre Europa y África, y la disponibilidad de alimento y refugio, hace de estas tierras un lugar privilegiado para las aves migratorias. La presencia de agua y las temperaturas moderadas existentes en el invierno, hace que este lugar sea lugar de invernada de cientos de miles de individuos de muchas especies que frecuentan la marisma, galerías fluviales y los cotos, resaltando entre todos sus insignes habitantes, la majestuosa águila imperial, por encontrar aquí uno de sus últimos refugios en el mundo.


Espacio Natural de Doñana Entre los vertebrados, también es digno de mención la presencia de animales de caza mayor como el venado, el jabalí o el gamo (este último introducido en 1920), dado el importante aprovechamiento cinegético que ha tenido este espacio. Como consecuencia lógica de este uso, ha habido un perjuicio para las especies que entraban en competencia con el hombre, lo cual conllevó no sólo al control sino también al exterminio de los depredadores. El único gran carnívoro que ha conseguido sobrevivir a esta persecución ha sido el ya hoy escaso lince ibérico, que se ha convertido en un símbolo de la conservación de la naturaleza en España, y probablemente en el mayor embajador y reclamo de Doñana para muchos turistas y amantes de la naturaleza que visitan estos lares.

Como es lógico, esta riqueza de especies no ha pasado desapercibida para la población limítrofe, asentada sobre terrenos de gran valor agrícola, como son el Condado onubense, el Aljarafe sevillano y la Campiña de Jeréz, aprovechando los recursos naturales que Doñana ofrecía desde siempre.
Las características de sus suelos, de origen cuaternario, la ha protegido del azote del arado. Ni las arenas litorales ni la encharcabilidad y salinidad marismeña han propiciado que se transformara estas tierras con fines agrarios, pero esto no ha sido una barrera para que el hombre pudiera explotar otros productos y dejara huella de su presencia. Las gentes de su entorno tradicionalmente han recogido los frutos que daba este medio, mediante la caza, la pesca y la recolección de los productos y excedentes de sus montes, marismas y playas, y por supuesto, ha disfrutado de su naturaleza.

Espacio Natural de Doñana El Coto de Doña Ana, con constancia histórica desde el siglo XIII, ha estado vinculado a la aristocracia hasta mediado del siglo XX como cazadero. Este carácter venatorio tradicional de cotos y marismas, explica que en las referencias etnográficas tome un especial protagonismo cazadores, guardas, pateros y furtivos.

Junto con la caza, la ganadería extensiva ha sido otro de los usos que más ha transcendido de los existentes en Doñana, por la importancia en su diseño ecológico, si exceptuamos las transformaciones con fines agrícolas. El resto de los manejos tradicionales, debido al difícil acceso y extremada vigilancia, ha quedado relegado a las zonas marginales de la misma, como son playas, caños, y los descartes forestales.

Si bien el interés científico arranca en el siglo XIX, es a partir de mediados del siglo XX, cuando comienzan a protegerse estas zonas de su destrucción y transformación. La necesidad de preservar este espacio para las aves, fue el inicio de una conciencia conservacionista de índole internacional, que consiguió adquirir unas 7.000 hectáreas por parte del Estado, en colaboración con el Fondo Mundial para la Conservación de la Naturaleza (WWF), creándose así la Reserva Biológica de Doñana, en 1964, que será el germen del futuro Parque Nacional.

Como espacio natural y humano, Doñana se asienta entre tres provincias andaluzas, Huelva, Sevilla y Cádiz, gestionándose administrativamente bajo las figuras de Parque Nacional y Parque Natural de Doñana. A partir de 1999 se da un paso hacia la integración denominando Espacio Natural Doñana a todo el conjunto, pero conservando aún la gestión por separado, no siendo hasta el año 2007 cuando, dada la similitud y continuidad ambiental, acertadamente se opte por una gestión conjunta de todo el área.
Espacio Natural de Doñana
Doñana fue el primer espacio andaluz protegido bajo la figura de Parque Nacional, allá por el año 1969, extendiéndose por las provincias de Huelva y Sevilla. Abarca parte de los términos municipales de Almonte, Aznalcázar, Hinojos y La Puebla del Río, con una superficie en la actualidad de 54.252 hectáreas. De dicho territorio, una cuarta parte corresponde a la provincia de Sevilla, concretamente el 26 %, repartidos entre los términos de Aznalcázar (13.713 Ha) y La Puebla del Río (con 413 Ha).

En el interior del Parque Nacional, la zona sevillana comprendería zonas de marisma y fluviales. Entre las de marisma cabe destacar los restos de la Marisma Gallega que han quedado sin transformar en tierras de labor, la Reserva Biológica del Guadiamar con el Lucio de Mari López, Las Nuevas con el Lucio de los Ánsares o la finca transformada en terrenos de cultivo de los Caracoles, de nueva adquisición por parte de la administración y actualmente restaurada. Entre las fluviales se encuentra el Brazo de la Torre y un tramo del río Guadalquivir.

Rodeando de manera discontinua al Parque Nacional, se encuentra el Parque Natural Doñana con una superficie de 53.835 hectáreas, concebido en un principio como una zona de amortiguación alrededor del Parque Nacional de Doñana es su continuación ecológica con el que comparte medio físico y ecosistemas. A caballo entre tres provincias, comprende parte de los términos municipales de Almonte, Hinojos, Lucena del Puerto, Moguer y Palos de la Frontera en Huelva, de Aznalcázar, Isla Mayor, Pilas, La Puebla del Río y Villamanrique de la Condesa en Sevilla y Sanlúcar de Barrameda en Cádiz.

Espacio Natural de Doñana A la provincia de Sevilla corresponden los sectores Este y parte del Norte incluyendo principalmente marismas en distinto grado de transformación, complejos lacustres, cursos fluviales y formaciones forestales de importancia ecológica incuestionable por su riqueza en procesos naturales y especies, que justifican su protección. Destaca entre estas especies el lince ibérico, que encuentra refugio y alimento entre sus montes.

Dentro del Sector Norte perteneciente a los municipios sevillanos de Villamanrique de la Condesa, Aznalcázar y Pilas, se localizan las zonas forestales de los Pinares y Dehesa de Gato, Hato Ratón y La Juncosilla, así como el Arroyo de Pilas y las marismas en Hato Blanco.

El Sector Este se incluye plenamente en la provincia de Sevilla, dentro de los términos de Aznalcázar, Isla Mayor y La Puebla del Río. En esta zona encontramos marismas bien conservadas como son las del Caño del Guadiamar o Entremuros, marismas transformadas para la explotación agrícola, especialmente el arroz, como en Hato Blanco, o un espacio dedicado a la acuicultura, en Veta La Palma. Todo este espacio se encuentra atravesado por el río Guadalquivir y sus sistemas de brazos y afluentes, entre los que destacan el Brazo de la Torre y el Caño del Guadiamar.

Parque Nacional de Doñana

El Corredor Verde del Guadiamar recorre cuarenta kilómetros del curso medio del “Príncipe de los ríos”, como era conocido por los árabes. Con anterioridad fue llamado “Menoba” por turdetanos y romanos. Tras el desastre ecológico que supuso el tristemente famoso vertido de lodos tóxicos de 1998, las labores de restauración ambiental desarrolladas en los últimos años han devuelto el esplendor natural al último gran afluente del Guadalquivir antes de su desembocadura en el Océano Atlántico. Este espacio fue el primer Paisaje Protegido declarado en Andalucía. Hace las veces de corredor natural entre Sierra Morena y el Espacio Natural de Doñana para la fauna, favoreciendo así el intercambio y la mezcla de los animales de uno y otro lugar.

Nacimiento

 El Guadiamar nace en los encinares de El Castillo de las Guardas y se adentra en tierras aljarafeñas por Sanlúcar la Mayor. Después de atravesar varios municipios de la cornisa (Olivares, Benacazón y Huévar del Aljarafe), se funde en el vasto territorio marismeño por Aznalcázar y Villamanrique de la Condesa en Entremuros, en las inmediaciones del Espacio Natural de Doñana. Las huellas de la presencia humana en la cuenca del Guadiamar son palpables desde su nacimiento. La actividad minera ha sido muy intensa, lo que explica las profundas cicatrices que han modelado el paisaje de su curso alto desde la Antigüedad. A su paso por el Aljarafe son abundantes las haciendas, molinos y abrevaderos característicos de los paisajes agrícolas de cereal y olivar. En su tramo bajo, la ganadería extensiva y el cultivo del arroz son las actividades económicas predominantes.

Riqueza Natural


A pesar de esta profunda intervención, el Guadiamar atesora una gran riqueza natural. Dehesas de encinas y alcornoques, zonas agrícolas, bosques de ribera y marismas acogen una abundante fauna. Rapaces como el águila calzada o el ratonero tienen aquí sus territorios de caza. Las orillas pobladas de vegetación (sotos) son el hogar de pequeños pájaros, además de infinidad de reptiles, anfibios y pequeños mamíferos. Estos bosques de ribera, también llamados bosques galería por su forma de túnel alrededor del cauce, se componen de una gran variedad de árboles, arbustos y hierbas como olmos, álamos, chopos, fresnos, mimbres, zarzas, madreselvas, hiedras y helechos. Los cultivos de secano, pese a su aparente falta de vida, albergan especies tan vistosas como la liebre, el aguilucho cenizo o el alcaraván. En su curso bajo predominan las aves acuáticas como patos, garzas, polluelas, etc. Entre los mamíferos, la escurridiza nutria encuentra en el Guadiamar su particular coto de pesca de carpas y barbos.
  En el Centro de Visitantes Corredor Verde del Guadiamar, situado en las inmediaciones del casco urbano de Aznalcázar, podemos informarnos sobre las posibilidades de uso público de este espacio. Los equipamientos existentes incluyen observatorios de fauna y las áreas recreativas de Buitrago y Las Doblas. Desde esta última podemos disfrutar de unas magníficas vistas de la cornisa oeste del Aljarafe. Senderos habilitados lo recorren desde las minas de Gerena y Aznalcóllar hasta las puertas mismas de Doñana, con la posibilidad de recorrerlos a pie, a caballo o en bicicleta. La Vereda de los Labradores conecta el Vado del Quema, por donde cada año las hermandades cruzan el Guadiamar en su peregrinación a la Aldea de El Rocío, con Villamanrique de la Condesa a través de la dehesa El Chaparral. En el Jardín Botánico El Buitrago encontramos además las principales especies vegetales que jalonan sus orillas, mientras que desde el mirador de La Cárcava (Benacazón) obtendremos excelentes panorámicas de las poblaciones cercanas.
Enlaces de Interés:

  • Paisaje Protegido Corredor Verde del Guadiamar - Ventana del Visitante

 

Paisaje Protegido Corredor Verde Del Guadiamar

Mayor Concentración de Aves de la Provincia

Las reservas naturales concertadas son enclaves de titularidad privada que gozan de protección ambiental para hacer compatibles la preservación de sus valores naturales con ciertos usos humanos, como el turismo, la agricultura o la ganadería. La Dehesa de Abajo, propiedad del Ayuntamiento de Puebla del Río (población de la que dista apenas seis kilómetros), se encuentra en las puertas del gran Espacio Natural de Doñana, lo que explica la gran cantidad y variedad de aves que podemos observar. Es un lugar de encuentro y transición entre la marisma y la dehesa, donde conviven animales y plantas de ambos paisajes, desde rapaces (águila calzada, alcotán) a carnívoros (zorro, meloncillo), pasando por una gran variedad de anfibios y reptiles. Las charcas estacionales sirven de sustento y lugar de reproducción para numerosas especies de ánades, flamencos o garzas, que hacen de este enclave uno de los de mayor concentración de aves de la provincia.

 

Mayor Colonia Europea de Cría de Cigüeña Blanca

Pero si por algo es conocido este espacio natural es por el monumental asentamiento de nidos de cigüeña blanca, que lo convierte en la mayor colonia europea de cría de esta especie en el medio natural, ya que sus nidos están construidos sobre acebuches. El Centro de Visitantes Dehesa de Abajo, junto con los itinerarios, observatorios de fauna y las áreas recreativas Cañada Real de los Isleños y Cañada Honda, conforman la oferta de uso público de este espacio natural.

Junta de Andalucia - Reserva Natural Dehesa de Abajo

Importante labor de Cría en Cautividad

Este espacio de propiedad privada se asienta sobre una antigua gravera que, tras una compleja tarea de restauración, se ha convertido en un importante lugar de cría para numerosas especies de aves acuáticas amenazadas. Se encuentra también en el municipio de Puebla del Río, muy cerca de la Dehesa de Abajo.

En la Cañada se realiza una importante labor de cría en cautividad de varias especies de aves, algunas en grave peligro de extinción como la focha moruna, la malvasía, la garcilla cangrejera o la cerceta pardilla. En sus instalaciones se desarrollan además importantes proyectos de investigación y sensibilización ambiental, debido a que este enclave es utilizado como lugar de alimentación, descanso y cría por muchas aves silvestres. Así, a pesar de su reducido espacio, tenemos la oportunidad de contemplar más de doscientas especies diferentes de aves. Esta elevada diversidad biológica lo convierte en un sitio ideal para personas amantes de las aves. Para visitar esta Reserva debe pagarse una entrada, pudiendo contratarse servicios de guía y alojamiento dentro de las instalaciones.

Cañada de los Pajaros

Diverdidad Biológica

A pocos kilómetros de la capital, los Pinares de Aznalcázar y Puebla del Río constituyen uno de los espacios forestales de mayor importancia ecológica de la provincia de Sevilla. Su gran extensión y cercanía al Espacio Natural de Doñana lo convierten en otro de los de los puntos de mayor diversidad biológica del Aljarafe. Ofrece además al visitante numerosas posibilidades para su disfrute y uso público.

El Pino Piñonero

Pese a lo que pudiera parecer, el pino piñonero, rey indiscutible de este lugar, es una especie introducida por el hombre. Vino a sustituir en el siglo XVIII a la vegetación mediterránea autóctona, formada por alcornoques, encinas y acebuches, especies que aún encontramos en pequeñas manchas en lugares como Dehesa Nueva. El pino está acompañado por una rica vegetación mediterránea compuesta por lentisco, brezo, romero, distintos tipos de jaras y lavandas o la única palmera autóctona de Europa occidental: el palmito. Esta vegetación se asienta sobre suelos arenosos, que delatan la proximidad de la marisma. Los ríos Guadiamar y Majalberraque lo atraviesan, al igual que antiguos caminos de gran tradición ganadera como la Cañada Real de los Isleños.

Primera Vía Paisajistica en Andalucía

Más de doscientas especies de vertebrados han sido descritas en este lugar. Numerosas aves utilizan estos pinares para hacer sus nidos, pasar el invierno o alimentarse. Son muy frecuentes las rapaces como el águila calzada, el milano negro o el búho chico. Incluso la emblemática águila imperial utiliza estos cotos como territorio de caza. Entre los mamíferos, la variedad de carnívoros es extraordinaria. Ginetas, meloncillos, zorros, turones... hasta el mismísimo lince ibérico, el felino más amenazado del planeta, frecuenta estos lares en busca de conejos. Reptiles como el lagarto ocelado o la culebra de escalera y anfibios como el tritón ibérico o el gallipato completan el extenso catálogo faunístico. br> Los Pinares de Aznalcázar y Puebla del Río son además la primera Vía Paisajística declarada en Andalucía. Esta novedosa figura de protección trata de compatibilizar el tránsito rodado de vehículos con la preservación de los valores naturales de la zona. La Vía discurre a lo largo de diez kilómetros entre las localidades de Aznalcázar y Puebla del Río. Para proteger su enorme riqueza zoológica se han habilitado varios pasos para anfibios y se han colocado elementos reflectantes que proyectan la luz de los faros hacia el interior del bosque para alertar a los animales, y se ha limitado la velocidad a 40 km/h. En la sede del Ayuntamiento de Aznalcázar, un bello edificio del siglo XVII, el Punto de Información Casa Grande ofrece información sobre los valores naturales y las posibilidades de disfrute de estos pinares y del Espacio Natural de Doñana. La dotación de uso público de este enclave incluye varias áreas recreativas, entre las que se encuentra la de Charena, así como una red de senderos que permiten su recorrido a pie, en bici o a caballo. El área de acampada Dehesa Nueva se sitúa en la carretera que une Aznalcázar con Isla Mayor.

Ayuntamiento de Aznalcazar

Ayuntamiento de la Puebla del Rio

Origen

Desde su nacimiento en la Sierra de Cazorla hasta su desembocadura en el Océano Atlántico, el río Guadalquivir ha excavado un extenso valle entre las viejas montañas de Sierra Morena y las cumbres de las cordilleras Béticas. Es el único en su género que permite el tráfico fluvial, siendo navegable por embarcaciones de gran calado hasta la ciudad de Sevilla. El Guadalquivir es un referente y símbolo de Andalucía. Casi todas las aguas que recoge proceden de la Comunidad Autónoma, y junto a él se ha desarrollado gran parte de la historia y la cultura andaluza. Los griegos le dieron el nombre de Tartessos, como la civilización que situaban en sus orillas. Los romanos lo llamaron Betis y, más tarde, los musulmanes lo denominaron “Wadi al-Kabir” (Río Grande), que dio lugar a su nombre actual. El trazado del río ha ido cambiando con el paso del tiempo por causas naturales, si bien las obras de canalización realizadas en los siglos XIX y XX con el fin de evitar inundaciones, favorecer su navegación y permitir los cultivos de arroz cambiaron en gran medida el paisaje de su curso bajo. Así, se construyeron muros, se realizaron cortas para eliminar curvas del cauce (meandros) y se dragaron los fondos.

El Esturión

Hasta hace no muchos años se pescaba aquí el esturión, del que se comercializaba el apreciado caviar. Hoy día, otras especies como el albur mantienen la tradición pesquera del Guadalquivir en Coria del Río.

El Corredor Verde Metropolitano

El Corredor Verde Metropolitano, a su paso por Gelves o San Juan de Aznalfarache, transcurre por las riberas del Guadalquivir. Otros enclaves, como el Bajo (Coria del Río) nos permiten también conocer un poco más la riqueza natural del gran río. En la actualidad, se están ejecutando labores de restauración ambiental y adecuación de uso público en las márgenes de varios municipios (Santiponce, Camas, San Juan de Aznalfarache, Gelves, Coria del Río, Puebla del Río e Isla Mayor). Con estas acciones se pretende crear una extensa red de senderos peatonales y cicloturísticos para disfrutar de la belleza sosegada de sus orillas.

Localización

A su paso por la comarca del Aljarafe, el Guadalquivir conserva aún algunos tramos de gran valor ecológico. El Paraje Natural Brazo del Este se extiende por los términos de Dos Hermanas, Utrera, Las Cabezas de San Juan y Lebrija, además de los aljarafeños Puebla y Coria del Río, de cuyo núcleo urbano apenas dista nueve kilómetros. Nos encontramos ante uno de los tres brazos principales por donde discurrían las aguas del Guadalquivir antes de acometerse las obras de transformación que lo incomunicaron del curso principal.

Elevado interés ambiental y faunístico

El Brazo del Este es una zona húmeda de elevado interés ambiental y faunístico. Meandros, cultivos, marismas transformadas y zonas de vegetación palustre se suceden en un horizonte completamente llano, apenas roto por los tarajes, juncos, carrizos y eneas propios del paisaje marismeño. Estas plantas han sido tradicionalmente usadas para la fabricación de cestos y sillas. Mientras, en suelos cargados de sal crecen almajos y otras especies adaptadas a estas peculiares condiciones de vida. Toda esta vegetación compone un bellísimo mosaico de formas, texturas y colores.

Muchas especies de aves encuentran aquí un excelente refugio (calamón, aguilucho lagunero, morito, cigüeña negra), ya sea para alimentarse, nidificar o pasar el invierno. Especial importancia tiene en verano, cuando se secan las marismas del Espacio Natural de Doñana y las aves encuentran el Brazo del Este inundado por los desagües de los campos de arroz. La introducción de este cultivo determinó a mediados del siglo XX el nacimiento de poblaciones como Isla Mayor, originariamente surgida como poblados de colonización. Desde entonces, esta explotación agrícola ha ocupado grandes extensiones de marisma natural.

Accesos

En este espacio no existen infraestructuras y equipamientos habilitados para la visita del público en general, y su acceso se realiza a través de una extensa y laberíntica red de carriles transitables sólo con bicicleta de montaña, caballo o vehículo todo terreno. Por ello, su visita es únicamente recomendable para las personas aficionadas y estudiosas de las aves.

Junta de Andalucia - Brazo del Este

La Avifauna

Parcialmente incluido en el Espacio Natural de Doñana, el Brazo de la Torre es otro de los tres principales brazos que tuvo el río Guadalquivir, gozando también de una gran importancia biológica. La avifauna en este lugar es muy rica, gracias a que, al igual que el Brazo del Este, permanece inundado prácticamente durante todo el año. Esto es especialmente importante en períodos de sequía, ya que ofrece a las aves y otros animales acuáticos abundante alimento y las condiciones necesarias para su reproducción. Son habituales las garzas, cigüeñas, martinetes, rascones o diferentes especies de patos.

El Calamón


El calamón o gallo azul tiene aquí una de sus mayores colonias de cría de Europa. En este espacio no existen instalaciones adecuadas para su visita. No obstante, podemos adentrarnos fácilmente en sus paisajes marismeños por la carretera que une el poblado de Alfonso XIII con la localidad de Isla Mayor.

Origen

Durante las obras de transformación del Guadalquivir se realizaron cortas que originaron dos pequeñas islas, La Isleta y Los Olivillos, rodeadas por el antiguo y nuevo cauce del río. Separadas sólo por tres kilómetros, ambas se encuentran en el término de Puebla del Río, formando parte de las conocidas islas del tramo bajo del Guadalquivir. Están catalogadas como Paisaje Sobresaliente en el Catálogo de Espacios y Bienes Protegidos de la Provincia de Sevilla.

Las islas se inundan parcialmente de agua con las mareas, convirtiéndose así en lugares idóneos para la nidificación de una gran variedad de aves, que encuentran en ellas tranquilidad y refugio. Así, garzas reales e imperiales, garcetas, martinetes y avocetas forman nutridas colonias de cría. El vistoso flamenco es también muy común en estas zonas húmedas.

En la actualidad no existen equipamientos apropiados para su disfrute, y tampoco es posible entrar en las islas, pero quienes sean aficionados a la observación de aves podrán aproximarse a estos espacios allí donde el río Guadaira desemboca en el Guadalquivir.

Abundante Vegetación

El Arroyo Alcarayón es el principal afluyente del Guadiamar. Conserva algunos tramos de abundante vegetación de ribera con especial interés natural y paisajístico. En ocasiones, estos tramos son acompañados por pequeñas dehesas de alcornoques y matorral, que destacan en el interminable horizonte agrícola. En el término de Pilas, el arroyo discurre entre laderas de mayor desnivel y difícil acceso, creando espacios idóneos para la vegetación silvestre y el refugio de la fauna. Es el caso de los parajes Robaína o La Damiana.

Bello Paraje de Encinas

También en Pilas, la Dehesa Espechilla es un bello paraje de encinas situado en las laderas del Alcarayón que conserva un interesante bosque en galería. Se accede a través de la carretera que une esta población con la vecina Carrión de los Céspedes. Huévar celebra aquí cada año la Romería de la Hermandad de la Sangre. En determinados momentos del año hay que tener precaución con el ganado vacuno que pasta libremente en su interior, al ser la finca de propiedad privada, por lo que prestaremos atención a la hora de cerrar la puerta de acceso.

Gran Valor Ecológico

La Dehesa Boyal y El Chaparral son formaciones boscosas de gran valor ecológico en las inmediaciones del Espacio Natural de Doñana, al que pertenecen otros espacios forestales de Villamanrique de la Condesa como La Juncosilla o Hato Ratón. Estas dehesas están formadas por alcornoques y pinos piñoneros centenarios bajo los que crece un matorral muy diverso, con mirtos, aulagas, lentiscos, jaguarzos, retamas, coscojas o palmitos como especies más características. La dehesa es un tipo de bosque propio de las zonas de influencia mediterránea, que se da como consecuencia de la intervención humana para su aprovechamiento agropecuario. Está considerado un ejemplo de explotación sostenible de los recursos naturales, que permite mediante clareos en el bosque original y su conversión en pastizal la existencia de ganadería en régimen extensivo en armonía con la fauna salvaje. Posibilita además otros aprovechamientos como la caza o la obtención de madera, miel, carbón y corcho.

Fauna y Etnografía

Esta explotación racional de los recursos del monte mediterráneo explica la supervivencia de una rica fauna. Zorros, meloncillos, tejones, ginetas, roedores y águilas campean por estos bosques. Se trata además de una zona frecuentada por el esquivo lince ibérico, debido a la abundancia de conejos y el buen estado de conservación de las masas forestales. Las dehesas de Villamanrique se llenan cada año de color y algarabía cuando más de sesenta hermandades rocieras hacen noche en su peregrinación hacia la aldea almonteña, de la que dista muy pocos kilómetros. El mural y el monumento a la Virgen existentes en la Dehesa Boyal reflejan la fervorosa devoción de los habitantes de esta población, que tiene el honor de ser la primera y más antigua hermandad rociera de cuantas existen.

Localización

Desde la Dehesa Boyal se accede a la laguna de San Lázaro a través del camino de La Cañada. Se trata de una zona húmeda que sólo recibe agua de lluvia, por lo que su nivel varía según las estaciones. Con una extensión que no llega a los tres campos de fútbol, alberga una interesante comunidad de crustáceos muy valiosa desde el punto de vista ecológico. Desde sus orillas tenemos la oportunidad de observar cigüeñas blancas, garzas o cigüeñuelas entre otras especies. La mejor época para visitarla es durante el otoño y el invierno. En la zona más próxima al casco urbano encontramos el Centro de Visitantes Dehesa Boyal, desde donde parten distintas rutas que pueden realizarse a pie, en bicicleta de montaña o a caballo. Junto a este edificio se halla también un área recreativa, muy utilizada como lugar de esparcimiento por los habitantes de Villamanrique.

Localización

De propiedad municipal, la Dehesa La Atalaya se encuentra en el término municipal de Coria del Río. Se asienta sobre las viejas terrazas de la margen izquierda del Guadalquivir. Su nombre proviene de las ruinas de una antigua torre defensiva que existió en este lugar.

Historia

La Vía Augusta atraviesa el interior de esta finca. Esta importantísima arteria de comunicación romana unía el océano Atlántico con el mar Mediterráneo atravesando el Valle del Guadalquivir. Enlazaba además con otras vías de la época, de tal modo que permitía viajar desde las costas gaditanas hasta Roma. Los restos de la vía que transcurren por la Dehesa La Atalaya están en fase de declaración como Bien de Interés Cultural, y en la actualidad están siendo objeto de trabajos de restauración y señalización para su contemplación y disfrute.

Actualmente

Desde el siglo XVIII este espacio ha sido utilizado como lugar de alimentación para el ganado vacuno, la caza y los usos forestales (extracción de piña, madera y carbón). En La Atalaya existen dos zonas arboladas claramente diferentes. La más extensa está formada por restos del bosque original de acebuches que antiguamente ocuparon gran parte de la vega del río Guadalquivir. La otra la componen pinos piñoneros de repoblación. Bajo estos árboles crecen lentiscos, aulagas, retamas, mirtos y otras especies de arbustos. Ofrece refugio también a una cuantiosa fauna. Los pequeños predadores como el zorro, el meloncillo o la gineta, junto a ratoneros o lechuzas, campean por este lugar en busca de conejos y pequeños vertebrados.

El acceso a este espacio natural puede realizarse desde la carretera que va al Parque Periurbano La Corchuela, del que se encuentra muy próximo; o bien desde la carretera de Isla Menor. En su interior hay algunos senderos que permiten recorrerlo a pie, en bicicleta o a caballo. Aunque actualmente no dispone de instalaciones de uso público, está prevista la construcción de un Aula de Naturaleza que ofrecerá actividades para dar a conocer sus valores al colectivo escolar.

Localización

La Dehesa de Puñana se encuentra en el municipio de La Puebla del Río, entre los ríos Pudio y Majalberraque. Tiene su acceso desde la cercana Almensilla por la Vereda de Aznalcázar, también conocida como el Camino de San Diego. En sus inmediaciones, junto al Arroyo de Cañada Fría, se encuentra la hacienda del Santo Patriarca, una magnífica muestra de las típicas haciendas agrícolas del Aljarafe, que constituye un referente visual inconfundible en el paisaje de la zona.

Bosques

Este pequeño reducto natural es un retazo de las primitivas formaciones boscosas que antaño dominaban la campiña aljarafeña. En Puñana aún podemos encontrar especies propias del monte mediterráneo como la encina, el acebuche, el majuelo o el lentisco; incluso en primavera florecen pequeñas orquídeas silvestres.

Accesos

Muy cerca de esta dehesa se encuentra la ermita de San Diego, desde donde podemos acercarnos a pie, en bicicleta o a caballo hasta el pinar de La Juliana, en Bollullos de la Mitación. Este espacio, compuesto mayoritariamente por pinos piñoneros y alcornoques de porte colosal, cuenta con un área recreativa. En el Centro de Naturaleza La Juliana se desarrollan además actividades de educación y sensibilización ambiental especialmente dirigidas a escolares.
A mitad de camino entre la Ermita de San Diego y el Pinar de la Juliana, se puede acceder a la ermita de Cuatrovitas, una antigua mezquita musulmana reconvertida en iglesia cristiana en el siglo XII. El cuarto domingo de octubre la Virgen de Cuatrovitas, patrona de Bollullos de la Mitación y del gremio de la aceituna de verdeo del Aljarafe, es trasladada en romería a este santuario donde permanece hasta el 25 de julio.

Pinar de la Juliana

Mas de 600 especies


El Arboreto de El Carambolo, propiedad de la Empresa Metropolitana de Abastecimiento y Saneamiento de Aguas de Sevilla (EMASESA), fue creado en 1986 para estabilizar la ladera del Cerro del Carambolo y suavizar el impacto visual de la Estación de Tratamiento de Agua Potable que abastece a Sevilla y otras poblaciones cercanas. Se trata de un jardín botánico de unas cuatro hectáreas (algo más de cinco campos de fútbol) que, además de las colecciones botánicas, tiene dos lagunas con abundante vegetación acuática conectadas por un arroyo artificial. Se asienta sobre los terrenos del antiguo Cortijo de Buenavista en el municipio de Camas. Cuenta con más de 600 especies de plantas de 119 familias distintas procedentes de los cinco continentes, distribuidas en colecciones según criterios paisajísticos. Muchas de ellas son ejemplares únicos en la provincia, y proceden de árboles rescatados de la colección de flora americana existente en la Exposición Universal de Sevilla de 1992. Entre las colecciones temáticas, destacan las aromáticas, culinarias, medicinales o industriales. Junto a ellas hay otras zonas de frutales, coníferas, distintas especies de palmeras, etc. Más de cuarenta especies de aves de paso, además de conejos, ranas, culebras de agua y peces componen la fauna del lugar. Desde este privilegiado enclave podemos disfrutar de magníficas vistas de la ciudad de Sevilla. La entrada tiene un simbólico coste económico que se incrementa ligeramente en caso de utilizar los servicios de guía.

Localización

En la margen izquierda del arroyo que le da nombre, el Parque Periurbano Hacienda Porzuna se encuentra en Mairena del Aljarafe. Pese a su reducida extensión y su cercanía a la capital hispalense, alberga una magnífica representación de las especies vegetales de los ecosistemas mediterráneos, que es posible contemplar recorriendo la senda señalizada. Encinas, alcornoques, pinos piñoneros o algarrobos nos recuerdan cómo era la comarca del Aljarafe tiempo atrás. La fauna está mayoritariamente compuesta por pequeñas aves y reptiles.

Arquitectura Rural Aljarafeña

La hacienda de Porzuna, otro extraordinario ejemplo de la arquitectura rural aljarafeña, conserva en su interior un molino aceitero, así como huertos y restos de época romana y andalusí. Actualmente alberga varias dependencias municipales del Ayuntamiento de Mairena del Aljarafe. El objetivo de los Parques Periurbanos, generalmente enclavados en las proximidades de una urbe, es compatibilizar el disfrute de las poblaciones cercanas con la conservación de sus valores naturales. Porzuna cuenta además con un área recreativa y un centro de educación ambiental de titularidad municipal, en el que se desarrollan programas de sensibilización dirigidos fundamentalmente al colectivo escolar.

Recorrido

La Vía Verde de Itálica discurre por varios municipios de la cara norte del Aljarafe (Camas, Santiponce, Valencina de la Concepción, Olivares, Salteras y Sanlúcar la Mayor). Se trata de un carril cicloturístico de más de treinta kilómetros de longitud sobre una antigua vía del tren, que también puede hacerse a lomos de un caballo o a pie. No obstante, en determinados momentos hay que tener precaución debido al mal estado que presentan algunos de sus tramos, muchos de ellos sin acondicionar. El origen de esta ruta ferroviaria se remonta a los primeros años del siglo XX, cuando la actividad minera en las cercanas minas de Aznalcóllar vivía su apogeo.

Inicio

El punto de inicio de la Vía Verde se encuentra en Camas (puente peatonal que cruza el río Guadalquivir desde la Isla de la Cartuja), en el mismo lugar donde comienza la denominada Ruta Mozárabe del Camino de Santiago. En los primeros tramos de este itinerario podemos contemplar el Cerro de Santa Brígida, la mayor altura del Aljarafe. Atraviesa paisajes de campiña y cultivos de cereal que sirven de cobijo al aguilucho cenizo, el cernícalo primilla o la esquiva avutarda, que ha encontrado en estas tierras uno de sus últimos refugios. No podemos olvidar la torre árabe de San Antonio en Olivares, enclavada desde el siglo XI en un descansadero de vías pecuarias, y que acoge una importante colonia de cernícalos.

Conexión

La Vía Verde nos permite conectar también con la Ruta del Agua, que rodea Valencina de la Concepción y Castilleja de Guzmán. Otro equipamiento de uso público cercano es el área recreativa Fuente La Coriana, a escasos dos kilómetros de Olivares, a la que se accede por la carretera que une esta población con Gerena.